Compilación de trozos de los escritos de:
ELENA G . DE WHITE
CAPÍTULO 24 "¿No es Este el Hijo del Carpintero?"
1.- RESUMEN
Cuando un rabino estaba presente en la sinagoga, se esperaba que diese el sermón, y cualquier israelita podía hacer la lectura de los profetas. En ese sábado, se pidió a Jesús que tomase parte en el culto. "Se levantó a leer. Y fuere dado el libro del profeta Isaías." Según se lo comprendía, el pasaje por él leído se refería al Mesías:"El espíritu del Señor está sobre mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres: me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados: para predicar el año agradable del Señor."
"Y rollando el libro, se lo devolvió al ministro, . . . y los ojos de todos en la sinagoga estaban fijos en él.... Y todos le daban testimonio, y estaban maravillados de las palabras de gracia que salían de su boca."
Jesús estaba delante de la gente como exponente vivo de las profecías concernientes a él mismo. Explicando las palabras que había leído, habló del Mesías como del que había de aliviar a los oprimidos, libertar a los cautivos, sanar a los afligidos, devolver la vista a los ciegos y revelar al mundo la luz de la verdad. Su orgullo se ofendió, y sus recelos se despertaron. Las palabras de Jesús indicaban que la obra que iba a hacer en su favor era completamente diferente de lo que ellos deseaban.¿ Quién es este Jesús? preguntaron. El que se había arrogado la gloria del Mesías era el hijo de un carpintero, y había trabajado en su oficio con su padre José. Le habían visto subiendo y bajando trabajosamente por las colinas realizando su diaria tarea. Cada palabra cortaba como un cuchillo, mientras Jesús les presentaba su verdadera condición. Ahora despreciaban la fe que al principio les inspirara. No querían admitir que Aquel que había surgido de la pobreza y la humildad fuese otra cosa que un hombre común. Su incredulidad engendró malicia. Satanás los dominó, y con ira clamaron contra el Salvador. Se habían apartado de Aquel cuya misión era sanar y restaurar; y ahora manifestaban los atributos del destructor. Cuando Jesús se refirió a las bendiciones dadas a los gentiles, el fiero orgullo nacional de sus oyentes despertó, y las palabras de él se ahogaron en un tumulto de voces. Esa gente se había jactado de guardar la ley; pero ahora que veía ofendidos sus prejuicios, estaba lista para cometer homicidio. La asamblea se disolvió, y empujando a Jesús, le echó de la sinagoga y de la ciudad. Todos parecían ansiosos de matarle. Le llevaron hasta la orilla de un precipicio, con la intención de despeñarle. Gritos y maldiciones llenaban el aire. Algunos le tiraban piedras, cuando repentinamente desapareció de entre ellos. Los mensajeros celestiales que habían estado a su lado en la sinagoga estaban con él en medio de la muchedumbre enfurecida. Le resguardaron de sus enemigos y le condujeron a un lugar seguro. La incredulidad, una vez albergada, continuó dominando a los hombres de Nazaret. Así dominó al Sanedrín y la nación. Para los sacerdotes y la gente, el primer rechazo de la demostración del Espíritu Santo fue el principio del fin. Su rechazamiento del Espíritu culminó en la cruz del Calvario, en la destrucción de su ciudad, en la dispersión de la nación a los vientos del cielo.
¡Oh, cuánto anhelaba Cristo revelar a Israel los preciosos tesoros de la verdad! Pero tal era su ceguera espiritual que fue imposible revelarle las verdades relativas a su reino. Se aferraron a su credo y a sus ceremonias inútiles, cuando la verdad del cielo aguardaba su aceptación. Gastaban su dinero en tamo y hojarasca, cuando el pan de vida estaba a su alcance. ¿Por qué no fueron a
Los dirigentes judíos estaban llenos de orgullo espiritual. Su deseo de glorificar al yo se manifestaba aun en el ritual del santuario. Amaban los lugares destacados en la sinagoga, y los saludos en las plazas; les halagaba el sonido de los títulos en labios de los hombres. A medida que la verdadera piedad declinaba entre ellos, se volvían más celosos de sus tradiciones y ceremonias.
Si Cristo hubiese encauzado la atención general hacia los fariseos y ensalzado su saber y piedad, le habrían recibido con gozo. Pero cuando hablaba del reino de Dios como dispensación de misericordia para toda la humanidad, presentaba una fase de la religión que ellos no querían tolerar.
En la actualidad hay muchos incrédulos que todavía dudan de la promesa de salvación o como aquellos que sostienen que el Divino Maestro obtuvo su formación y adoctrinamiento en supuestos viajes (improbables) que afirman que hizo a
2.- RESPONDER PREGUNTAS:
a).- ¿De qué trata el capítulo?
El capítulo 24 trata sobre un pasaje de
Este pasaje de
b).- ¿Qué cambios debo hacer a la luz de lo leído?
La lectura de este capitulo me ha permitido tener una idea clara sobre la revelación que Jesús nos hace a través de su palabra a todos nosotros y los cambios que debo hacer a la luz de lo leído son: que debo hacer acercarme a él, aceptar de lleno su palabra y tener un mayor compromiso con los demás, por que el maestro lo dijo: “La fe sin obras no vale”.
c).- ¿Cuál es mi plan para aplicar esos cambios?
1.- Con mi familia: Procurar pasar el mayor tiempo posible con mi Esposa e Hijos, y fortalecernos espiritualmente mediante la práctica de los valores Cristianos en el hogar, teniendo a Jesucristo como paradigma en el desarrollo de mi entorno familiar.
2.- Con la sociedad: Ser más caritativo y ayudar al prójimo. Con mis compañeros de clase de la universidad tenemos algunos proyectos de ayuda social en el ámbito de
3.- Con Dios: Sin duda que realizar en el menor tiempo posible un acercamiento real con El, ya que debido al trabajo y estudio, he estado descuidando un poco el hecho de estar en comunión con El y su Iglesia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario